Desamor, automasoquismo y autoengaño
Siempre hemos escuchado que no hay mejor
consejo que el que uno mismo puede darse, pero no es lo mismo llamar al diablo
que verlo llegar, las relaciones amorosas son muy complejas y cada una es
diferente, es por esto que el corazón de la auyama solo lo conoce el cuchillo,
es muy fácil opinar desde afuera cuando no eres quien está sumergido en la situación,
cuando no eres quien sufre en carne propia del desamor y las mil quinientas
formas más de morir lentamente.
Pero así como digo una cosa digo la otra, el
mismo hecho de ser un tercero y mirar las cosas desde afuera, en ocasiones te
permite ver un panorama más claro y amplio, gracias a lo cual puedes
visualizar el final del camino o la solución del problema, por eso en ocasiones
es bueno comentar y hablar estas cosas con amigos, familiares o terapeutas
según sea la magnitud del caso, pueden ayudarte a ver las cosas desde otro
punto porque precisamente la ven desde otra óptica, con una perspectiva
diferente que te puede ayudar.
Cuando se ha puesto fin a una relación,
nuestra mente y cuerpo pasan por un sin número de reacciones y emociones
diversas que van a depender de múltiples factores, como por ejemplo: tiempo que
duro la relación, causa de la ruptura, inteligencia emocional de la persona,
madurez, aceptación o no de la ruptura, sentimiento de culpa, el tipo de
relación que fue, entre muchas otras cosas, pero casi siempre caemos en una de
las tantas formas de autodestrucción que existen.
El desamor es una de ellas, y es ese grado de
tristeza, de ansiedad, de soledad, de desconsuelo que se siente cuando tienes
el corazón roto y generalmente empiezas a auto-dañarte dejando de comer, de
dormir, entras en estado de desmotivación, de aislamiento, de llanto
inconsolable, etc., y ojo, no estoy diciendo que eso sea malo, el duelo es un
estado normal del ser humano y hay que vivirlo, lo que debemos de tener cuidado
con el grado de intensidad que se vive este y el tiempo en que te sumerges en
el mismo, con eso sí que tienes que tener mucho cuidado, porque no es sano.
Ahora bien, hay personas que empiezan a ver
todas las fotos que tenían juntos, todos los regalos que le hizo, a recordar
los detalles que tenía, a visitar el supermercado que esta persona visita, en
los días que lo visita, o a frecuentar los lugares y/o personas que frecuenta esta
persona, comienza hacer cosas que saben que le duelen aún más, y eso se llama automasoquismo
(o por lo menos así le llamo yo), entonces cuando esa persona ni te mira o peor
aún la vez acompañada de alguien más o te enteras que está saliendo con
alguien, ahí el dolor se intensifica, entonces te preguntas ¿Por qué te pasa
esto a ti? ¿Por qué te duele tanto? ¿Por qué esto y por qué lo otro?, pero
sinceramente me puedes decir: ¿qué esperabas?, el que busca encuentra y
realmente sabias que estas posibilidades existían aunque no las querías
aceptar, siempre las supiste.
Otra forma de morir es el auto-engaño y este
sí que tiene muchas derivaciones y formas, una puede ser ¨la negación¨, no
aceptas que ya se acabó, sigues igual como si nada hubiera pasado, tratas igual
a esa persona y cuando te ignora solo dices ¨es por el enojo, ahorita se le
pasa¨, otra es ¨la culpa¨, los seres humanos tenemos la mala costumbre de que a
todo queremos buscarle un culpable, culpamos por la ruptura a la expareja, a
nosotros mismos o a un tercero, pero siempre encontramos un culpable porque hay
que enfocar la ira y el dolor en alguien (pero cuando es en nosotros mismos,
cuando nos sentimos culpables de todo lo sucedido y nos martirizamos con eso,
entonces se convierte en una de las tantas formas de automasoquismo).
Pongamos las cosas claras, las relaciones amorosas
son de dos (o de tres o los que sean, ahora todo está muy moderno, pero desde
mi punto de vista una relación sana debe ser de dos) el punto es, que una
relación no termina por cosas que hacen personas que están fuera de la
relación, terminan porque las personas involucradas en la misma o una de ellas
así lo decide, por falta de comunicación, falta de confianza, falta de respeto,
poca o ninguna consideración, etc., motivos sobran, el hecho es que no podemos
culpar a terceros del rumbo de nuestras vidas, ya que la misma es nuestra responsabilidad no
de nadie más.
Debemos asumir las cosas como son, aceptar la
realidad y nuestra cuota de responsabilidad, pero no para martirizarnos sino
para superarlo, después de haber vivido el duelo claro está, o bien para
recuperar a tu ex si eso es lo que quieres, pero ya estos dos temas: recuperarnos
de una ruptura y recuperar a mí ex, lo trataremos más adelante.
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